Este mamarracho, fue el unico recuerdo que tengo de la ultima vez que me disfrace de Halloween.
Recuerdo ciertamente que en la Universidad, siempre nos disfrazabamos y haciamos la rumba, pero comentaba esta semana en el consultorio que yo nunca pedi caramelos. Sin embargo mi mayor sorpresa fue ver que Angie, una de mis compañeras de trabajo se presentó con un tobito en forma de calabaza, lleno de cuanto caramelo había. Dijo que era parte de los dulces que había en su casa para los niños que pasaran por allí y que quiso traer un poco del espíritu de Halloween al trabajo.
Fue un vacilón, todo el mundo desfiló por la cocina buscando un caramelito, un chocolate, algo. Toda la oficina pasó masticando dulces todo el día. Al final en la noche, salimos a rumbear a una discoteca. En fin........ La pase ULTRAREQUETEBIEN!
El año que viene tomaré fotos...
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